Paradoja de la vida. Sutil muestra del salvajismo que rodea a nuestra raza. Los pacifistas parecen destinados a morir a manos del terror y el fatuo sistema contra el cual dedicaron su lucha congruente en principios nobles, austeros. Desde Sócrates, Jesús, Gandhi y Luther King Jr. uno a uno van cayendo asotados por la brutalidad pero no por la derrota, miradas que se visten en la lluvia de lágrimas de sus seguidores, que recogerán su estandarte para verse insuficientes en un mundo que antepone la ganacia material en menoscabo de la propia esencia humana.A 60 años de la partida de Gandhi, el mundo sigue huérfano, sin aprender la lección, con una dolida frase de Einstein:" Las generaciones del porvenir apenas creerán que un hombre como éste caminó la tierra en carne y hueso."
