
Oscar Wilde con acierto aseguraba que "Si hay algo de lo que no se habla, es como si no hubiese existido" en parte era una buena salida para franquear las trampas de la opinión pública (que hacía escándalo de sus amoríos) y también sirve como apertura para explicar un tema que comparto en este blog: LA CENSURA.
Hablar de la censura implica reconocer el papel protagónico que juegan los medios de comunicación en la construcción de la realidad social.
Echando un breve vistazo a la historia (o quizá no tan atrás sólo en el periódico de hoy) resulta fatua la parcialidad que transpira la narración de los hechos transformadores del rumbo.
La "realidad" es dictada por los ciudadanos encumbrados, estrategas de la difusión y la empatía, quienes encuentran en los líderes de opinión la plataforma idónea para la edificación de una imagen, donde se "sugiere" incluso qué debemos sentir.
Al final es una pugna continua, pues difícil resulta dudar de todo lo que nos rodea...sera?