Saber demasiado...



Ilustraré este mal con una sencilla metáfora:

Un niño ve y escucha a los pájaros con gran deleite, el "buen padre" viene y para ayudarlo a su "desarrollo" le dice: "eso es un grajo y eso un gorrión". En cuanto el niño se preocupa por saber cuál es el grajo y cuál es un gorrión, ya no puede disfrutar igual al ver u oír cantar a los pájaros.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

saludandote niñoO!
q estes bien
cuidate byee
ameriCa

Paco Amezcua dijo...

yo por eso presumo con orgullo mi ignorancia!!!

Anónimo dijo...

Asi pasa cuando sucede!
Muchas veces pienso que es más feliz el que ignora la complejidad de la vida (checa la cara de un niño y compárala con la de un adulto!).